lunes, 24 de noviembre de 2008

El final del pelotón.


Estamos ante la inminente época de cenas navideñas familiares, laborales y demás compromisos que se antojan a veces pesados, obligatorios y no deseados. Sin embargo, entre los que apetecen, hay uno de ellos que se espera con inminente ilusión; una nueva reunión del club en la cena de los amigos.
Y es que una reunión de Jovenes Castores, y esta vez presumiblemente hasta equipados con uniforme, es un acontecimiento que genera ilusión, alegría, miedo e incertidumbre. Porque uno no sabe qué le deparará cada nueva reunión y esa sensación de no saber qué puede pasar es lo más excitante. En nuestro club hay además como una especie de carrera ciclista en la que cada uno tiene su oportunidad de despuntar y obtener una victoria de etapa.
Multiples han sido los vencedores en la clasificación virtual de algunas ediciones, desde los que empiezan rodando fuerte metiendo la cara en una tortilla, pasando por los que llenan su boca de galletas o salchichas, los que agarran tenazas ardientes a mano desnuda o incluso algunos que protagonizan una escapada juntos y aparecen dormiditos y desnudos en la cama de un hotel de cuyo nombre no puedo acordarme.

Como buen pelotón que se precie tambien estan los gregarios. Aquellos que sin llegar a lograr el triunfo final de la etapa ayudan a sus compañeros a recorrer kilómetros y kilómetros, llevan el ritmo necesario para subir los puertos y mantienen el pelotón unido arrojando cosas al fuego, arrancando arboles y señales de tráfico o pateando balones como en un partido de rugby. Su trabajo es quizá mas oscuro pero no por ello menos valioso y no cabe duda, tambien imprescindible.

No obstante, el tiempo no pasa en balde y algunos corredores pese a su intento de mantenerse en la élite se empiezan a dejar vencer por el paso del tiempo, y empiezan a perderse las mejores citas con excusas tales como lesiones musculares o cenas de no se qué marca de ropa o peor aún, se vienen abajo nada más empezar la etapa y les entra la pájara y se quedan solos y descolgados, como un trozo de Madera flotando en el agua....

Pero una nueva etapa se acerca, y con ella la posibilidad de un nuevo "demarraje" para algunos o quizá de reengancharse para otros y volver al abrigo del grupo. Lo importante no siempre es ganar sino mantenerse en carrera con opciones en la clasificación general y no quedarse al final del pelotón.

Saludos.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Los Jovenes Castores!!!!

Ni se por dónde empezar....cómo se define a un grupo de amigos que eventualmente se reunen en una casita perdida en una adorable urbanización de Ávila (cuyo nombre no desvelaré para no dar pistas a la policía), y se dedican a emborracharse (en el sentido más literal de la palabra), hacerse putadas los unos a los otros (o más bien todos contra el mismo), reírse hasta caer rendidos (por efecto del alcohol tambien) y hacer todo tipo de animaladas sin ningún pudor ni vergüenza aunque alguno se juegue la vida en ello???.....pues sin dudar lo defino como la reunión ocasional de los Jóvenes Castores!!!.

Porque en esencia se trata de escaparnos de manera "ocasional" de la vida actual y vernos los caretos mas allá de dos o tres horas y así liberar todo lo que reprimimos durante meses. Al principio es entrañable estar con los amigos charlando, riendo, comiendo.... y bebiendo, lo que pasa es que con el paso del tiempo y de las cervezas la reunión se convierte en un cónclave de adoradores de Satanás dispuestos a clavar un puñal por la espalda al primero que se despiste (con cariño, eso si).
Ni pensando en serio en todas las burradas que han acontecido en todas las pasadas ediciones conseguiría acordarme de la mitad; Jarras de agua reventadas "a hostias", petardos explotando en la chimenea, gente que duerme con un cuchillo bajo la almohada, vasos que vuelan en dirección a la antigua A-6 con la sana intención de impactar contra el vehículo que en ese momento circule (si es camión hay doble premio), señales de tráfico cambiadas de ubicación de la calle al salón, árboles arrancados y convertidos en leña a las cinco de la mañana, excursiones al río (o riachuelo o arroyo o lo que sea porque después de múltiples salidas aun no sé ni lo que es), concursos de come-galletas y come-salchichas, paseos en calzoncillos con ocho grados, allanamiento de moradas y un largo etc....
Y luego hay aún quienes nos preguntan que tienen de especial estas reuniones...pues que son el día anual de la gamberrada sin escrúpulos!!. Desde la primera edición hasta la sexta, celebrada hace pocos días, no hay momento que tenga desperdicio alguno desde la primera caña hasta el último botellín. Afortunadamente nada ha salido mal ni nadie ha salido herido hasta ahora (mas por suerte que por precaución eso sí). Así que todo indica que esta es una reunión que debe perdurar en el tiempo así como perdurarán la gran cantidad de fotos que de alguna manera sobreviven en nuestras maltratadas camaras, y que podeis ver (no estan todas pero prometo recopilarlas) en el siguiente enlace que os copio http://picasaweb.google.com/rauldelacasa.esperon.

En fin, que visto lo visto, tenemos que hacer por conservar, preservar y continuar con el Club de los Jóvenes Castores (aunque ya no tan jóvenes) y es nuestro deber fomentarlo, organizarlo y seguir disfrutándo de el. Es momento pues, de establecer un símbolo, un estandarte, un escudo del que todos nos sintamos orgullosos. Orgullosos de pertenecer a la familia castor y por ello, y robando la imagen de internet a otro supuesto club imitador nuestro, he creado el logo de nuestra familia. Espero que lo sintais como vuestro, saqueis una impresión en color y lo lleveis en vuestra cartera para que se os pueda acreditar como miembros del club (no, delante de la foto de la parienta no!!!....y detrás tampoco!!!....a un ladito, eso sí).

Nada más Jóvenes Castores, que espero pronto se celebre una nueva reunión y volvamos a disfrutar de la apacible tranquilidad y harmonía que rodea nuestros concilios.

Un saludo.